Se defiende Luisito Vigoreaux tras ser vinculado a narcofiestas de Ángelo Millones
En un comunicado enviado a los medios esta noche, el productor Luisito Vigoreaux se defendió de los rumores surgidos durante el día luego que su nombre y el de la compañía productora tos que dirige, Happy Productions, fueran vinculados a las grandes fiestas que tuvieron lugar en el residencial Barbosa, presuntamente financiadas con dinero del narcotráfico por el alegado capo Ángelo Millones, quien está siendo juzgado actualmente en el tribunal federal.
“Este es un asunto que ya se había discutido públicamente, he sido entrevistado por las autoridades, les he dado la evidencia que me han solicitado y he explicado en detalle en que consistió la contratación. Happy Productions cuenta con una unidad móvil que se renta a distintos clientes para comerciales, filmaciones de programas y transmisiones, personal de mi oficina atiende las peticiones de contratación y cierra los acuerdos", lee el comunicado.
"La unidad fue contratada dos o tres años para grabar las fiestas que se hacían en Barbosa, esta contratación fue atendida por mi oficina y se cumplió con la misma como lo hacemos con cualquier otra contratación. En eso consistió la participación de mi oficina en esas fiestas, cualquier otra información es pura especulación”, culmina el escrito firmado por Vigoreaux.
Durante la jornada de hoy en el juicio contra el presunto narcotraficante Ángelo Millones, tres segmentos de vídeo de la fiesta de Navidad del residencial José Celso Barbosa, que presuntamente financiaba Ángel Manuel Ayala Vázquez, con dinero de la droga, fueron presentados en la tarde como evidencia ante el juez federal Juan Pérez Giménez.
Los vídeos, que fueron grabados con equipo rentado a la compañía Happy Production del productor Luisito Vigoreaux, son de una fiesta de Navidad en Barbosa donde se observó a los reguetoneros Don Omar y Héctor El Father cantando en tarima acompañados por Ángelo Millones.
“Negro, en nuestra familia las reglas son las reglas y el que las rompa pagará las consecuencias”, expresó Héctor El Father mientras Ángelo Millones se sonreía con él en una tarima repleta de personas con efectos de luces en un concierto a gran escala.
Los segmentos fueron presentados como parte del testimonio de William Rodríguez Warner, un operador de cámaras que trabajó entre cinco a seis años como ingeniero de la unidad móvil de la compañía Happy Production.
Rodríguez Warner indicó que para el concierto de Navidad de 2006 se requirieron un sofisticado sistema de luces y plantas eléctricas. La unidad móvil estaba valorada en cerca de $300,000, dijo el testigo.
“El concierto de 2006 empezó entre las 6:00 p.m. y 8:00 p.m. y había más de 300 personas. El ambiente era común en comparación con otros eventos. Se instalaron cuatro a cinco cámaras: una en la tarima, otra en el balcón de un apartamento, otra en una grúa y una entre el público. También se tiraron cables para que los artistas vieran el concierto en los 'campers' a través de televisores en pantalla plana... Me dijeron que el concierto iba a durar entre 12 a 15 horas”, indicó Rodríguez Warner.
El ingeniero de la unidad móvil detalló a preguntas de la fiscal federal Maritza González que desconocía cuánto cobró Luis Vigoreaux por rentar el equipo y mencionó que esa noche de 2006 tuvo que relevar al camarógrafo que estaba entre el público porque se mareó por el humo de marihuana.
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