Por segunda vez en la historia, una representante de México fue coronada con el título de Miss Universo 2010. Hicieron falta 20 años para que la belleza, porte y simpatía de Ximena Navarrete continuara el legado de mujeres bellas de México desde la coronación de Lupita Jones en el año 1991. El Mandalay Bay Resort & Casino en Las Vegas fue escenario y testigo para que el pasado agosto, hace más de diez meses, Ximena viviera el sueño de su vida.
Sus gustos se han mantenido en el mismo radio. Llevaba años trabajando como modelo, mientras realizaba sus estudios universitarios en nutrición en La Universidad Católica Univa en su natal Guadalajara. La industria no le era tan ajena, al contrario. La moda, las pasarelas, los fotógrafos, las cámaras y los fl ashes pertenecían a un mundo añorado; de igual forma, los largos días y noches de inmenso trabajo. También la disciplina, tanto, que había obtenido en su escuela el galardón de comportamiento ejemplar y destacado. Ahora tiene que repensarlo. Un nuevo mundo la está enamorando y Ximena le confesó a OCEAN DRIVE que se cuestiona si será un mensaje sobre su verdadera misión.
Navarrete ha dedicado mucho su alegría, su buena intención y su tiempo en labor voluntaria, ayudando a su comunidad. Previo a su mudanza de ciudad, laboraba en un orfanato de niñas y proveía de alimentos a familiares de personas enfermas. Ésta es una de las razones por las que ha acogido tan bien su vida en el programa de Miss Universo y por eso se ha desenvuelto a sus anchas. Parte de su sueño por lograr ser coronada como la mujer más bella del universo, incluía vivir la oportunidad de aportar con su granito de arena.
En su futuro, veía socorrer, aliviar, remediar y trabajar en una clínica médica con pacientes que sufrieran desórdenes alimenticios, ayudándolos a romper el falso mito de los estereotipos de la belleza. “Yo no creo que los nutricionistas deben enfocarse en dietas para que las personas sean delgadas. Al contrario, es importante conocer primero el interior de la persona para luego enfocarse en su exterior.Espero algún día, como nutricionista, ayudar a las mujeres a entender esto”, señaló.
Sus días siempre han sido sumamente ocupados. Cuando allá en su hogar encontraba un poco de tiempo libre en su agenda, disfrutaba de la naturaleza, jugaba con Mía, su perrita chihuahua, y le gustaba hacer paseos en bote por el Lago Chapala. Como Miss Universo, Ximena ha encontrado otras satisfacciones, salpicadas por momentos de extrañar a su familia. Le gusta servir como portavoz de la causa de VIH/AIDS y aprender sobre ello. Considera que, de esta forma, puede ayudar de una manera más certera a las organizaciones dedicadas a esta causa, como lo son Latino Commission on AIDS, God’s Love We Deliver, PSI/YouthAIDS, The Global Network for Neglected Tropical Diseases, Gay Men’s Health Crisis y Same Sky Trade Initiative.
Su mundo se llena de experiencias, de conocimientos, de madurez y de muchas nuevas perspectivas. Podríamos decir que a raíz de una sola noche, pero sabemos que, en verdad, es el fruto de muchos años de dedicación, de su destinoy de un noble corazón.
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